Reflexiones sobre el amor en tiempos de gustos
El
amor es la esencia del hombre, la fusión de las almas , la energía que lo ha
impulsado a cometer las locuras más grandes y obtener las victorias más
gloriosas. Es esa indescifrable fuerza que no importa cuanto avancemos en el
mundo científico o tecnológico, cuantos planetas iguales al nuestro descubramos,
si lográramos vivir en Marte sería menos importante que el amor. Es lo más puro
y amoral, amor es lo que somos, la experiencia mística del encuentro con el
otro, que somos dos y formamos tres (yo, el otro y lo que se es juntos) pero no
somos más que uno, una matemática que aun vive en el eterno misterio.
¿Cómo
ocurre? ¿Por qué ocurre? ¿Qué es? Han sido muchos los hombres y mujeres que han
tratado de descifrarlo de manera científica, filosófica, religiosa etc. Otros
más humildes solo han tratado de describirlo y otros muchos románticos de
compartirlo. Sin importar la experiencia de éxito o no, el amor vive en
nosotros con la fuerza de mil soles iluminando la tierra contenedora de una
sola semilla. Desde que el mundo es mundo las personas hemos hecho una cantidad
de cosas inimaginables por amor, es la razón de ser de más hechos históricos de
los que creeríamos, se habla de el en mitos y leyendas, canciones, poemas,
pinturas, existen terapias de pareja, programas de radio, de televisión etc.
Sigue siendo esa locura que ha llevado al hombre a matar hasta ser capaces dar
nuestra vida por amor. Todos hablamos de amor, pensamos en el amor más de lo
que hablamos y pensamos de cualquier
otra cosa. Es por eso que un fenómeno así de trascendental en el hombre no
puede estar sino en boga en el mundo psicoanalítico y en el curioso corazón de
todo ser humano, al menos en teoría ya que en la practica por más que se
inventen recetas no existe la formula para lo que hemos inventado del amor
(romántico, al cual me referiré específicamente) y no existe. Ese
amor que nos enseñan en los medios de comunicación desde que somos pequeños,
una vida amorosa idealizada carente de defectos y sobrepasada en virtudes,
absolutamente insostenible para cualquier ser humano, pero que lamentablemente
si tienen cabida en una psique que se alimenta de la información que recibe de
los “hechos” comunicacionales, como dicen por ahí todo lo que el cuerpo ve,
siente, huele, saboree o escuche el cerebro se lo cree. Generamos así desde
nuestro inconsciente proyecciones que atribuimos
a un otro creyendo que son de el y no viendo que provenían desde nosotros“.…llevan pues, en ultima instancia, a un estado auto
erótico o autístico, donde se sueña un mundo cuya realidad permanece empero
inalcanzable. El sentimiento de incompletez que así surge y el sentimiento peor
aun, de esterilidad se interpretan a su vez por proyección como malevolencia
del entorno, y por medio de este circulo vicioso se acrece el aislamiento. Cabria
suponer que aquellas proyecciones que difícilmente o en absoluto pueden
disiparse pertenezcan también al campo de la sombra.”(Jung, p. 24, Aion)
Como
Jung propuso ni Dios se salva de tener
un lado sombrío, un Dios que alguna vez dijo a Moisés “soy el que soy”, no dijo
soy bueno o malo, solo dijo que era, así mismo el amor es y esta lejos de las fantasías
y mucho más cercano a la numinosidad que si se puede experienciar en la
realidad si tenemos suerte y profundizamos en nosotros mismos.
En
este trabajo quiero plantear la posibilidad de que el verdadero amor trasciende
a los complejos, trasciende a los arquetipos, el verdadero amor estaría
relacionado directamente con el Self . No existirían así las “almas gemelas”,
sino es el mismo Self que se reconoce en otro cuerpo ( 1+1 = 2 = 3 = 1), y
cuando estos dos cuerpos se unen se produzca quizás ese maravilloso fenómeno de
calce perfecto. Como el de “los enamorados de Turquía” cuerpos de dos amantes
con más de 6.000 años de antigüedad, juntos en el abrazo perfecto que los unió
en vida y hasta después de la muerte.
Es
necesario entonces para experimentar el verdadero amor (el yo se pone en el
camino quiere encontrar otro yo, los complejos satisfacerse sus necesidades y
sobrevivir, los arquetipos satisfacer la proyección de las imágenes universales
que van creando este falso verdadero amor el cual el cuerpo cree procesar de la
misma manera que el real, por lo que es una experiencia también enriquecedora y
necesaria pero no a lo que estamos apelando) hacer el camino de la individuación
(no desde la mitad de la vida como postula Jung, sino que desde que tenemos una
consciencia formada, mas o menos a partir de los 20, esto es por dar una cifra
ya que la individuación es una proceso excesivamente personal). Si no conozco
mi Self el camino para su reconocimiento contenido en otro cuerpo será sin duda
más dificultoso.
El cerebro enamorado.
Es
importante entender lo biológico del amor, no somos solo psique y espíritu,
tenemos un cuerpo, herramienta/obstáculo básico y valioso para poder llevar
acabo todos nuestros desafíos y deseos, el más grande a mi parecer el de
individuación que esta directamente relacionado con la idea que planteo.
Helen
Fisher Phd en antropología biológica lleva años estudiando el amor, sentimiento del cual los antropólogos
han podido dar evidencia de su existencia en 170 sociedades, de hecho no hay
una sola en la cual el amor no haya estado presente según sus investigaciones.
Con este poderoso hecho factico Fisher comienza una investigación a nivel
cerebral sobre el amor, como es el funcionamiento del cerebro enamorado, del
cerebro enamorado sin ser correspondido y del cerebro enamorado hace más de 25 años y
que acusa estar tan enamorado como en un comienzo (¿es eso posible, mantener el
enamoramiento a ese nivel? La respuesta que encontró en sus estudios es que si
es posible, por lo que el verdadero amor existe hasta científicamente). Para entender el fenómeno primero hay que saber
que cuando nos enamoramos se activan un grupo de neuronas que forman el área
tegmental ventral (ATV), lugar de origen de los cuerpos de las células
dopaminérgicas del sistema dopaminérgico mesocorticolímbico que se esparcen a
otras tantas áreas del cerebro. Este sistema esta en el denominado cerebro
reptiliano y es muy importante para la cognición, motivación, la ansiedad, el
deseo, los orgasmos, dependencias a las drogas entre otras cosas también lo es
entonces para el amor. Entender esto vital para poder comprender el nivel de
intensidad que significa esto en nuestro cerebro y por ende en nuestro cuerpo
(¿si esta a nivel cerebral/mente y corporal podemos dejar del lado la pregunta
como afecta esto nuestra alma/espíritu?) al minuto de enamorarnos a tal punto
que como Fisher dice “we lost our selfs” (nos perdemos a nosotros mismos). Esta
frase me llamo sumamente la atención, ya que esta completamente relacionado con
lo que quiero plantear, la frase correcta para mi sería “encontramos el sentido
de nuestro Sí mismo, ya que hemos perdido el sentido individual (refiriéndome al
yo)”.
El
primer caso del que nos habla Fisher es del como reacciona el cerebro de
personas que acaban de perder a su amor, enamorados en solitario, fue así como
menciona tres áreas cerebrales que están completamente activas cuando esto
sucede. La primera es exactamente la misma que el cerebro enamorado
correspondido, la segunda tiene que ver con el apego profundo y la tercera
tiene que ver con un área del cerebro muy particular que calcula las ganancias
y las perdidas, se activa cuando vamos hacer grandes apuestas, cuando estamos
dispuestos al riesgo extremo. Esta tercera área que se activa para mi dicta una
innata de defensa del cerebro, de defensa racional del yo al verse acorralado
por su equivocación, se enamoró de su falso verdadero amor. Fue victima de una
proyección intensa que no tenía que ver directamente con su Self, su fuente de
información le ha jugado en contra.
“…el proyectante no es el
sujeto consciente, sino el inconsciente, por lo tanto, uno no hace la
proyección, la encuentra hecha. el resultado de la proyección es un aislamiento
del sujeto respecto del entorno, en cuanto que se establece con este una
relación no real sino ilusoria…” (Jung,
p. 23, Aion) el Self y la pasión primera
de ambos cuerpos se opaca, el otro Self entonces se defiende al no reconocerse
y opaca todo sentimiento amoroso pudiendo seguir su camino para reconocerse realmente
algún día con fortuna con su otro verdadero Self, así mismo al revés cuando
hemos sido nosotros quienes “rompemos corazones” dejando al descubierto el
error avergonzante para el yo, el cual se ve superado ya que es ahí donde
tenemos todas la características que nos parecen mejor de nosotros como es
posible que “lo mejor de mi” se haya equivocado o sea rechazado
El
yo entonces se siente engañado y busca sacar cuentas (aun que muchas veces no
tengan sentido, llegando a la humillación con tal de no perder lo que para el
era un acierto) para evitar la reflexión profunda y comprender que el error fue
el no conectar con directamente con su Self y entregar lo que no tiene claro
inclusive de sí mismo, como dice Jung el aislamiento de este resultado poco
fructífero es aterradoramente peligroso, ya que caemos en el peligro de temerle
a lo que creemos es el verdadero amor, sin saber que hemos caído en nuestra
propia trampa de la proyección del falso verdadero amor. Lacant dice algo a mi
gusto fatal sobre el amor, pero es la descripción perfecta para lo que yo
describo como el falso verdadero amor, “Amor es querer darle al otro lo que no
tengo y que el otro no quiere”.
Anima y Animus (conceptos Jungeanos)
Cuando
hablo de lo proyectante me refiero a lo que C.Jung denomino como Anima y
Animus, “El anima y el animus son dos figuras
arquetipales de gran importancia. Pertenecen por un lado al consciente
individual y por el otro están enraizados en el inconsciente colectivo, de esta
manera forman un lazo conector o puente entre lo personal y lo impersonal,
entre el consciente y el inconsciente. Dado que una es femenina y el otro es
masculino…El entiende que estas figuras son complejos funcionales que se
comportan de manera compensatoria de la personalidad externa, esto es, como si
fuesen personalidades internas con las características fallantes en la
personalidad consciente y manifestada (externa)[1].
En un hombre, se trata de características femeninas; en una mujer, masculinas.
Normalmente ambas están siempre presentes, en cierto grado, pero no encuentran
un lugar en la función externa de la persona porque perturbarían su adaptación
al medio, o la imagen ideal que se tiene de si mismo.” (Emma Jung, p.7 , 3ª
ed., 2008, Sobre la naturaleza del animus). Emma Jung en estas líneas deja muy
en claro las compleja definición que tienen tanto anima como animus,
definiciones necesarias para comprender lo que sucede con estas proyecciones al
minuto de enamorarse. Jung hablo del amor y como estas figuras del inconsciente
juegan un rol especifico y de una manera muy particular. “Cuando animus y anima se encuentran, el animus desenvaina la espada de
su poderío y el anima instala el veneno de su seducción y engaño. El resultado
no es necesariamente negativo, pues ambos pueden igualmente llegar a amarse (un
caso especial de amor a primera vista). Ahora bien; el lenguaje del amor es
asombrosamente uniforme y se sirve, con la mayor devoción y fidelidad, de
formas de general preferencia, con lo cual ambos participantes vienen a
encontrarse en una situación colectiva trivial. Pero viven con la ilusión de
que su modo de relación mutua es individual en máximo grado” (C.Jung, p.29,
Aion). Jung esta describiendo a mi parecer lo anteriormente planteado en este trabajo
como el enamoramiento con el falso verdadero amor, en donde son las
proyecciones quienes toman posesión de los sujetos en forma de complejos anulando así la pureza
del Self de reconocerse en otro cuerpo, situación por lo demás cabe recalcar
producirá el más profundo pánico para quienes realmente lo viven y es la
superación de ese pánico lo que los lleva a la totalidad y al comienzo de una
individuación aparentemente conjunta, pero en realidad sigue siendo solo una
con más de un contenedor.
Quiero plantear aquí la posibilidad de
que la psique sea completamente andrógina, es decir ni masculina ni femenina
como tal, su genero (no sexualidad, puesto que la psique en el camino podría no
identificarse con su cuerpo en este sentido, o bien corporalmente tener un
instinto homosexual pero psíquicamente acorde al cuerpo) encontrará respuesta
una vez esta sea consciente del cuerpo en donde se alberga, cuerpo que tiene
forma, produce hormonas y efectos químicos del cual la psique no podrá
desprenderse. A modo de comunicación con el exterior entonces es que desde el
Self aparecerían el Anima y Animus como herramienta de identificación en la
búsqueda de su Self reflejado, esta
herramienta también tiene la virtud de ser una terrible trampa. Anteriormente
se menciona que Anima y Animus como complejos, esto lleva a preguntarme si
existen los complejos entonces me gustaría saber donde esta lo sencillo, por
decirlo de alguna manera. Jung habla de una dualidad en la psique en todos sus
formas, la mascara es lo que esta en la luz, la sombra lo que no se ve, pero no
me queda claro cual sería el opuesto complementario en los complejos vs los
sencillos o los arquetipos vs lo nuevo
atípico (habría que ponerle un nombre seguramente) pero estas figuras también
debiesen existir en algún lugar de la gran psique. Siguiendo ese esquema,
imaginemos que anima y animus también pueden manifestarse desde lo sencillo,
reconociéndose cuando se ve y no cuando se constela, de esta manera se vuelve
una herramienta para ir en directa conexión con el Self, esto aun con un pánico
profundo, ya que una vez que el Self se reconoce contenido en otro cuerpo, no
solo nuestro yo queda demasiado lejos sino que más encima tendrá que convivir
con otro, es el pánico de la persona que paraliza y no así la intensidad con la
que el Self teniendo la suerte de reconocerse va en busca de su completitud,
dejamos de ver con los ojos cuando las energías psíquicas comienzan a
entrelazarse como la única que en realidad son.
Cabe recalcar una pequeña ventaja biológica que poseen los hombres sobre
las mujeres en el uso de estas herramientas psíquicas, primero es que todos
somos mujeres antes de definirse nuestro sexo en el útero materno, dos los
hombres conviven directamente vía cordón umbilical con su opuesto complementario
que es una mujer, tercero y final el proceso de apego también lo viven con la
mujer, pues es la madre que amamanta al hijo/a (por lo general, si fuese un
hombre ya que no hubo una madre posterior al nacimiento, de todas maneras
estaría tomado por su anima femenina) no así las mujeres dejando al género
femenino sin ni una sola instancia de experienciar lo que es la masculinidad,
sin esa experiencia no queda más que aprender o inventarse empatizar con el
genero masculino, y copiar conductas aprendidas a través de la experiencia
personal que se tenga con lo masculino, esto podría verse solo contrariado al
minuto en que la mujer es madre de un hijo hombre, compartiendo sus hormonas, y
apegándose a este ser que proviene de ella pero que es su opuesto complementario,
de todas formas es una experiencia tardía ya que la psique y sus complejos ya
estaría desarrollados para cuando pudiese vivir esta experiencia y si es que la
vive. Todo esto lo menciono por que al
minuto de el hombre proyectar su anima en una mujer, se le activa algo que el
ya conoce, teniendo mayor claridad al minuto de proyectarla y que esta se de
cómo herramienta y no como trampa. No así la mujer quien solo a través de lo
que “cree” es su animus, sin haberlo experienciado lo proyecta pudiéndolo
transformar en la peor de las trampas. A mi parecer lo femenino tiene por otro
lado la capacidad de discernir si es que el anima se le atribuye es la correcta
o no. Es decir “ lo masculino propone lo femenino dispone” frase seguramente
polémica para estos tiempos modernos en donde ya nadie propone o dispone,
estamos en “busca”, queremos “encontrar” todos de la misma manera y no se
comprende que el alma no se puede buscar en otra persona, porque no se puede
buscar lo que ya se tiene. Proponiendo o disponiendo ponemos en manifiesto que
somos almas reconociéndose o desconociéndose como la propia.
Volviendo una vez más a la observación
biológica del ser humano, el y su importancia como la gran pista para el
reflejo del Self, anima y animus debiesen actuar desde una actitud la cual
llamaremos “ovulativa” para lo femenino y desde una actitud que llamaremos
“espermatozoidial” para lo masculino (hablamos en términos psíquicos y no
sexuales).
¿Actitud Ovulativa /Actitud
Espermatozoidial?
La
carrera del espermatozoide en busca de fertilizar a un gigantesco y magnético
ovulo, es una carrera de equipo, en donde equivocadamente se entiende que esto
es una competencia y gana el mejor, no gana el mejor, ni es una competencia, es
un camino en el cual penetra el que pertenecía realmente a ese ovulo. Me
explico, los espermatozoides comienzan este camino grupal hacia el ovulo, en
donde los espermatozoides infértiles les van mostrando y facilitando el camino
a los más fértiles para que puedan acceder con mayor posibilidad de éxito al
encuentro con el ovulo. Este camino siempre dificultoso y lleno de trampas que
solo fortalecen a los espermatozoides más fértiles, no es verdad que solo llega
un espermatozoide a fecundar el ovulo, se podría decir que son al menos 100 quienes
ya se enfrentan y pegan al ovulo ansiosamente moviendo sus colitas. El ovulo
magnético que entiende que se han superado todo tipo de obstáculos, comienza a
girar a gran velocidad cuando estos 100 espermatozoides se le pegan intentando
fusionarse con el, esta no es una decisión fácil para una espermatozoide, llego
a su meta pero tendrá que perder la cola o más bien la cabeza si quiere
completar su misión y dejar de ser un espermatozoide y un ovulo, para pasar a
ser un tercero, que no es más que un uno. El desprendimiento de energía una vez
que esto ocurre es simplemente mágico a tal punto numinoso que crea nueva vida,
completamente andrógina en ese momento,
siendo así el más puro Self.
He
personificado el ovulo y el espermatozoide para poder explicar como funcionaria
cada actitud en la vida, y como la modernidad a hombres y mujeres (esta vez me
voy a referir solo a la experiencia heterosexual) nos ha ayudado a evolucionar
en muchas cosas, pero a su vez ha tapado lo más hermoso poniendo entre nosotros
la palabra “discriminación” en vez de entender la “diferenciación”. Podemos irnos hacia atrás y revisar la
historia, en donde el amor era más romántico, más difícil pero a su vez más
autentico (no en todos los casos por supuesto). El amor de hoy es un amor
fugaz, un amor desleal y finito, un amor más parecido solo al del propio “yo”
más que otra cosa. No por eso dejemos de tener este impulso incontrolable de
poder vivir el verdadero amor, pero como podríamos si nos quedamos en la
superficie y peor aun hemos olvidado quienes somos desde lo más obvio, un ovulo
y un espermatozoide.
Esta
es una idea en desarrollo por lo cual espero se entienda manifestaré solo como
una pincelada dentro de un cuadro que podría ser quizás completado. En el
relato del como se produce la fecundación hablo del magnético ovulo, esta es a
mi parecer la actitud que lo femenino debiese tomar para poder atraer a quienes
puedan ser fértiles reflejos de su Self, aprender a atraer a los sapos de su
propio pozo, para esto debe tener muy claro quien es (¿individuación de manera
constante a través de la vida?¿habrá niveles de individuación según la
información psíquica de la experiencia vivencial?), sino lo sabe difícilmente
podrá atraer a los correctos y en la desesperación comenzará a tomar una
actitud de cacería, constelando el complejo del animus (animus como trampa) y
poniéndole más velos al Self para reflejarse. Al decir atraer no me refiero a
una actitud pasiva de contemplación y que lleguen a ella solo por conocerse a
sí misma y poder proyectar su Self que esta
esperando ser reconocido, sino a una actitud de imán activa y coherente, ella
sabe que es un imán y debe saber utilizar ese magnetismo de la manera correcta,
un imán muy poderoso puede llegar a alterar y romper lo atraído si su energía
es muy intensa, un imán pobre no atraerá nada. Por otro lado la actitud
espermatozoidial sería una actitud de receptividad al encantamiento dejando que
lo afecte y mueva, se ayuda de factores externos para poder llevar acabo el
camino hacia el encuentro, sabe que no es algo espontaneo para ella, por lo que
sutilmente gracias a factores externos (recordemos que trabaja en equipo) podrá
quitar el pánico que puedan sentir la mujer cuando se ve enfrentada a dejar de
ser (yo) a su vez el efecto rebote de esto le viene al hombre que logro llegar
a la meta y solo ahí se da cuenta que completar la misión significa perder su
cabeza (yo), si ambos superan esta “perdida” del yo ganarían ser un Self,
uniéndose así lo biológico, con lo psíquico y lo espiritual, somos uno y uno,
somos dos, somos tres que somos solo
uno.
Por
el hecho de ser humanos, compuestos de una manera exquisitamente compleja entre
cuerpo/mente/espíritu las preguntas que nos hagamos no pueden entonces quedar
en un solo plano, de esta manera y entendiendo que el amor es un tema
complejísimo, al describir estas ideas que planteo del verdadero amor como el reconocimiento
del Self, lo hago desde la observación, el cuestionamiento y la experiencia que
me ha entregado mi entorno como de la mía propia de lo que más comúnmente
vivimos que es para mi este falso verdadero amor, también debo decir que he
tenido la suerte de conocer en vida y muy cerca un caso a mi criterio de
verdadero amor.
Así se entiende que las recetas en el amor no
existen, el amor es ser y solo se es siendo lo que uno es y entender que ese
ser es muy superior a una corporalidad que aparenta la separación de lo que es
uno, que no puede más que reconocerse cuando se acerca, el cuerpo alterarse y
asustarse entrando en estados loquísimos porque no comprende lo que esta
sucediendo, el Self es más grande que el y no se permite ver lo que “no ve”.
Amar
es una experiencia que muy pocos logran conocer de verdad, muchos pasan por la
vida sin jamás haber sentido ni un decimo si quiera de lo que el amor podría en
su totalidad llegar a ser.
El
amor requiere de almas conscientes y personas como vehículo para llegar a la
fusión de lo que estaba extendido y se concentro al reconocerse, verse
completamente reflejado. Para poder lograr eso la comunicación de la persona
con el alma, con su Self, conociendo su trampas, sus complejos y su sombra en
donde realmente no se ve la oscuridad del inconsciente, no se mira, se vive
para perderse en el estado más profundo del olvido de las formas y sentir más vívidamente la luminosidad de lo
que se es, atrayéndose a sí mismo a la totalidad que es el verdadero amor.
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